UN RECORRIDO SOBRE
EL TIEMPO HISTÓRICO Y SU APLICABILIDAD
Para poder iniciar con todo
el recorrido sobre el “Tiempo Histórico” es importante en un primer momento
hablar sobre Moradiellos [2011] quien explica la transformación que ha sufrido
la historia desde sus inicios cuando se consideraba dicha disciplina como un
elemento aislado de la ciencia pero que por medio de su desarrollo le permitió
convertirse en una ciencia a pesar de su adopción del método científico con
enfoque positivista de las en un primer momento. Hacia el siglo XX dicho
desarrollo continúa cuando esta ciencia se fusiona con los métodos históricos y
nacen las subdisciplinas de la historia para facilitar su compresión y estudio,
de igual manera nos deja claro que la historia no necesariamente necesita del
método científico o del positivismo para poder establecerse como ciencia, ni
tampoco para poderse estudiar, ya que existen múltiples métodos
historiográficos que permiten el estudio de la historia, sin dejar atrás la
importancia de preguntarnos ¿Qué es una fuente? y ¿Qué se puede tomar como
fuente?, o la concepción de que existen corrientes en la historia cuantitativas
y cualitativas; y que dependiendo el enfoque metodológico se debe escoger la
más acorde al proceso que se quiera realizar.
Para poder continuar con la
contextualización sobre el “Tiempo Histórico” en un segundo momento se tratan a
los autores Feliu & Hernández [2011] quienes nos comentan sobre la
importancia de que nuestros estudiantes comprendan el tiempo, pero aún más allá
que entiendan el tiempo histórico, para este proceso los autores proponen
trabajar en ellos la sucesión, la posición en el tiempo, la reversibilidad, la
simultaneidad, la continuidad y el cambio; que son conceptos claves y
necesarios como primer paso para poder entender su importancia y poder aplicar
este término que a veces resulta un poco confuso para nosotros como docentes.
Según Feliu & Hernández
[2011] se deben incentivar a nuestros estudiantes en algunas habilidades claves
para el desarrollo del tiempo y del tiempo histórico, tales como medir el
tiempo y el tiempo histórico, utilizar la cotidianidad para la aplicación de
temáticas, hacer énfasis en la utilización de herramientas que permiten medir
el tiempo, tener en cuenta el tiempo vivido, percibido y concebido de los
niños, así como otras actividades que permiten que los niños se apropien de las
temáticas propuestas, como la representación gráfica del tiempo.
Teniendo en cuenta estos
dos primeros textos es pertinente tratar algunas temáticas que proponen los
autores desde perspectivas diferentes, inicialmente el autor Moradiellos [2011]
hace una descripción exhaustiva de la evolución de la historia, donde nos pone
de presente como la misma ha logrado salir del método científico positivista, para
encontrar otras corrientes que le permiten a los historiadores y en nuestro
caso como docentes, tratar las temáticas de historia desde otras perspectivas;
y esto es lo que nos permite, precisamente, el tiempo histórico, observar la
historia no como esa materia aburrida, sino como una ciencia que permite la
compresión del presente y del futuro, teniendo en cuenta nuestro pasado.
Para que los estudiantes
logren esa apropiación del tiempo histórico, toca tratar varios conceptos los
cuales comentan los autores Feliu & Hernández [2011], uno de ellos es la sucesión, la cual permite que el
estudiante entienda que los hechos tienen un antes y un después que debe ser
analizado para comprender ese hecho; otro concepto es la posición en el tiempo, el cual ubica en un presente, pasado o
futuro el hecho que se esté estudiando; otro concepto es la reversibilidad el cual permite ver el
hecho en todas las direcciones posibles aunque desde mi perspectiva
consideraría que es un poco complejo de manejar en niños, sería un concepto
para analizar con estudiantes de secundaria; otro concepto a tratar es la simultaneidad, el cual permite observar
que mientras ese hecho estaba ocurriendo, muchos otros hechos sucedían a la
par, ya fuera en el mismo lugar o en diferentes contextos, este sería al modo
de ver el concepto más importante, porque permite abrir la malgama de
creatividad e imaginación en los estudiantes al poder idealizar lo que sucedía
simultáneamente, adicional la educación se centra algunas veces en los
pensamientos eurocentristas y este concepto permitiría ver que está sucediendo
en otros espacios; y los últimos conceptos son continuidad y cambio, los cuales analizan los elementos que se han
transformado o que continúan siendo iguales en el tiempo.
Por eso al reflexionar al
respecto, las temáticas que se deben de enseñar en la escuela son pertinentes
para muchas conceptualizaciones de nuestro contexto, pero si los estudiantes no
se apropian de estos conceptos que maneja el tiempo histórico, de nada servirá
que aprendan por aprender sobre determinado hecho que haya ocurrido en el
pasado, porque el estudiante no encontrará la aplicación adecuada del mismo en
su contexto, pero claramente en un lugar más importante poder entender su
ahora.
Hay algo con lo que
concuerdan los autores de ambos textos, y que considero es muy importante para
la apropiación de los hechos y del tiempo histórico, y son las fuentes historiográficas; como lo
comenta Moradiellos [2011], las fuentes pueden ser primarias si se toman
directamente desde donde surgió el hecho y secundarias si son tomadas de otros
autores que ya trabajaron las fuentes primarias. Lo más enriquecedor de esto es
que las fuentes no se centran solo en
textos y escritos, como erróneamente lo hacen en la escuela, sino que también
se pueden tratar a través de imágenes, videos, películas, estadísticas,
testimonios, observando edificios y herramientas que se hayan utilizado en
otras épocas, como múltiples tipos de fuentes que existen en la actualidad. Y
esto es algo que también dejan claro los autores Feliu & Hernández [2011],
al hacer énfasis en las actividades que proponen en cada uno de los ítems que
ellos plantean, ya que esas actividades toman diferentes fuentes para que los estudiantes se puedan apropiar de la temática
o del hecho que se vaya a estudiar.
Por otro lado, es
interesante la propuesta que mencionan Feliu & Hernández [2011], que han
hecho otros autores sobre generar diferentes ópticas de los periodos de la
historia, porque como lo mencionan ellos las etapas que se proponen
generalmente son muy dispares y pueden generar confusión en los estudiantes,
por tal motivo seria pertinente observar estos periodos desde otras
perspectivas como las que los autores mencionan, ya sean por los modos de
producción, por los modos económicos, y porque no proponer unos modos
culturales, sociales, educativos, entre otros.
Dentro de los métodos historiográficos que expone
Moradiellos [2011], se podría tomar para la aplicación en la escuela el Método
Micro histórico (aunque claro teniendo en cuenta el contexto de la escuela),
debido a que este toma en cuenta la relación espacio – tiempo, y se
conceptualiza desde lo más mínimo de la escala de análisis y se aprovecha al
máximo las fuentes que se toman para su desarrollo, esto va a permitir que el estudiante
puede realizar la aplicación de los nociones aprendidas para el tiempo
histórico de manera más eficiente y fácil, ya que pudiendo observar desde algo
tan mínimo el estudiante podrá tener en cuenta cada punto y luego poderlo
llevar a un contexto macro.
El inconveniente está en
cambiar el pensamiento de los estudiantes que están en formación, la idea no es
formar historiadores, sino estudiantes aptos para entender y comprender la
historia no solo de su país, sino la del mundo en general, pero el inconveniente
está al finalizar la etapa secundaria de cada estudiante, porque “parece que al
finalizar la escolaridad obligatoria los aprendizajes del alumnado sobre la
historia están formados por una serie de elementos aislados, hechos, personajes
y fechas, y algunos tópicos sobre conceptos como descubrimiento, revolución o
progreso” [Pages & Santisteban, 2010, p. 285], por eso es necesario brindar
las herramientas correspondientes a los estudiantes.
Para tales efectos como se
mencionaba anteriormente, lo importante es poder proporcionar herramientas
básicas a los estudiantes sobre el tiempo, ya que “el tiempo es un concepto de
gran complejidad y sólo lo podemos comprender desde una mirada amplia y
transdisciplinar. El tiempo está presente en nuestra vida, una vida organizada
alrededor del reloj, los horarios y el calendario” [Pages & Santisteban,
2010, p. 282], y desde las Ciencias Sociales como asignatura se tiene el deber
de realizar estos procesos de enseñanza – aprendizaje, porque el tiempo está relacionado
en todos los aspectos de la vida, y siempre los docentes tendrán que
transformar la educación y que no vuelva a ocurrir los desastres didácticos del
siglo anterior,
Hasta principios del s. XX,
la historia se reducía al conocimiento cronológico de sus hechos, a una
sucesión lineal de los eventos en los que se destacaban las acciones gloriosas
o fracasadas de distintos personajes importantes con sus fechas clave. Los
diferentes acontecimientos históricos que se enseñan en la escuela, se han
trasmitido desde una perspectiva positivista. [Diaz Villafañez, 2016, p. 46]
Y es que a pesar de los
errores cometidos en el pasado aún se piensa desde una manera positivista el
proceso de enseñanza – aprendizaje, porque los docentes aún están en el proceso
de transición de entender cómo se debe realizar el proceso didáctico para
lograr que la educación tenga por objetivo también,
Estudiamos el tiempo para
saber qué hora es, qué día es hoy, cuándo tenemos que celebrar los cumpleaños o
para comprender por qué hay gente que no los quiere celebrar. Para poder decir
qué pasaba en el mundo cuando yo nací, qué película hacían en los cines, qué
canción se escuchaba, qué conflictos existían o quién mandaba, qué era noticia
o cómo era mi ciudad. [Pages & Santisteban, 2010, p. 282].
Y por eso entender el
tiempo va mucho más allá de saber estos aspectos, por eso es que entra allí el
tiempo histórico como herramienta, como metodología, como proceso de
entendimiento para nuestros estudiantes, y de igual manera es tarea de nosotros
como docentes hacer el proceso correcto, como por ejemplo hacer la
diferenciación entre lo que es el tiempo personal y el tiempo histórico, “una
primera aproximación al concepto tiempo, que nos será muy útil fundamentalmente
en la etapa de infantil y en los primeros cursos de la educación primaria, es
la diferencia entre el tiempo personal y el tiempo histórico” [Diaz Villafañez, 2016, p. 45], partiendo de
este punto será más fácil para los estudiantes entender el trabajo que se
quiere realizar con ellos.
A partir de aquí y
desarrollando el tiempo histórico el estudiante tendrá las habilidades que le
permitirán entender de manera escalar el tiempo, “el asentamiento de la
temporalidad le vamos edificando durante toda nuestra vida, por eso es
necesario que desde un primer momento la escuela ayude al niño/a a construir
estructuras temporales cada vez más completas y complejas” [Diaz Villafañez,
2016, p. 50], para que una vez que termine su proceso educativo, tenga esas
herramientas básicas, que le ayudaran en todos los ámbitos de la vida, ya sean
profesionales, educativos, culturales, entre otros, porque “la construcción de
la temporalidad, sin embargo, se realiza durante toda la vida. La escuela puede
ayudar a que los niños y niñas formen estructuras temporales cada vez más ricas
y funcionales” [Pages & Santisteban, 2010, p. 287].
Pero como lo mencionábamos
anteriormente “actualmente existen diferentes propuestas que comienzan a
caminar en esta línea, pero todavía dominan las enseñanzas basadas en una
racionalidad positivista y en una concepción lineal del tiempo histórico”
[Pages & Santisteban, 2010, p. 286], entonces nuevamente se reitera que es
importante la transformación de la concepción del tiempo histórico.
Conclusiones
El proceso de enseñanza – aprendizaje
parte de lo que el docente desarrolla en su clase, por tal motivo es el deber
del educador, estar en un constante proceso de aprendizaje y adicional a esto
que se esté actualizando en repetidas ocasiones, debido a que los procesos
educativos están en constante cambio, ahí es donde comienza el inconveniente de
enseñar las mismas cosas que se han enseñado desde el siglo XX [es decir los
docentes no se actualizan y utilizan las mismas metodologías del siglo
anterior], como se menciona en el escrito, es aquí donde el Tiempo Histórico
llega como una nueva fase en la enseñanza de la Historia, obviamente mezclada
con la didáctica que no se puede dejar atrás junto con otras herramientas que
el docente debe tener en cuenta en todo momento. El docente no puede dejar
atrás estos conocimientos porque son los que le permiten desarrollar su labor
de una manera más amena y facilitándole a sus estudiantes el aprendizaje de
esta nueva fase.
El inconveniente en el caso
colombiano, es que algunos docentes que hay de Ciencias Sociales en la
Educación tanto Primaria como Secundaria están ajenos a los procesos de cambio
que han surgido en los procesos de enseñanza y en los procesos de aprendizaje,
por tal motivo aun en pleno siglo XXI los estudiantes terminan sus procesos de
enseñanza aprendizaje sin entender cuál es la verdadera función del tiempo con
relación al espacio, y la percepción critica por ejemplo de los hechos
históricos que han pasado en un país no sobrepasan la memorización y la
repetición de los mismos.
En todo el proceso de
andamiaje que realizamos los docentes debemos tener en cuenta la
contextualización y las necesidades de cada estudiante, por tal motivo se
tienen que observar cuales son estas para que, al momento de llegar a un aula,
podamos ejecutar de manera eficiente y exitosa el aprendizaje de los alumnos,
porque para nadie es un secreto que cada estudiante aprende de manera diferente
y en tiempos diferentes [hablando de temporalidades], pero como se decía
anteriormente estos procesos son los que el docente debe de tener en cuenta al
momento de preparar sus clases y también en los que se debe actualizar y
cuestionar constantemente.
REFERÊNCIAS
Jhonatan Ruiz Ortiz es estudiante de Maestria en
Educación de la Universidad del Tolima – Colombia.
Diaz
Villafañez, M. (2016). El aprendizaje del tiempo y su enseñanza en la Educación
Primaria. Tabanque Revista Pedagógica, 29, 43-68.
Feliu
Torruella, M., & Hernández Cardona, F. X. (2011). Idea Clave 1 e Idea Clave
2. En M. Feliu Torruella, & F. X. Hernández Cardona, 12 Ideas Clave.
Enseñar y aprender historia. (págs. 21 - 44). Barcelona: Editorial Graó.
Moradiellos,
E. (2011). Métodos y técnicas de construcción del conocimiento histórico. En E.
Moradiellos, Geografía e historia. Complementos de la formación disciplinar
(págs. 47 - 62). Barcelona: Ministerio de Educación y Editorial Graó.
Pages,
J., & Santisteban, A. (2010). La enseñanza y el aprendizaje del tiempo
histórico en la Educación Primaria. Cad. Cedes, Campinas, Vol. 30,
281-309.
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